Esperanza para el ser humano

Esperanza para el ser humano
Lo pequeño es hermoso

viernes, 23 de diciembre de 2011

A mi Banda de Hermanos


A mi Banda de Hermanos

Nos dicen que recordemos al hombre, pero lo importante son sus palabras, su promesa, sus ideas.
La promesa de Dios es la promesa de sentir y saber lo que realmente es el amor al otro, que es lo más importante en esta vida.
Saber que el otro es prójimo, cualquier otro, cercano o lejano.
Debemos aprender a hablar del amor a los demás y no dejar que este sentimiento sea solo palabras vacías por la época o por la etiqueta social. La idea de Jesucristo es más que palabras y todavía nos queda tiempo de que esta idea cambie al mundo, cambie el corazón del hombre y le dé la sencillez que Jesús nos menciona en sus palabras.
Ser sencillos como niños para entrar al cielo.
Al volvernos viejos, debemos ser como niños y no como viejos.
La experiencia que nos da la vida debe bastarnos para dar las gracias a Dios pero somos tan egoístas que nos centramos en nosotros mismos y dejamos de ver a los demás. Nos olvidamos de amar a los demás y trascender en esta vida a través de crecer interiormente y espiritualmente. Lo mejor es lo que se da, de uno mismo, como Jesús nos mostró el camino.
Que esta Noche Buena en su corazón exista ese sentimiento del amor hacia los demás, pero el genuino amor que nos regala Jesús y que esta Navidad sea de gozo en su corazón, pero ese gozo que da el no tener deudas de amor con los demás.
Un feliz 2012 que les alimente el espíritu y los llene de amor en su corazón y en su alma.
Feliz Navidad y Mejor 2012
Manuel Villarreal
Hombre por gracia de Dios y Humano por gracia divina.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Para que estamos aquí


Para que estamos aquí

Cuantos han caído añorando la libertad, libertad que no está definida totalmente, por eso no la encontramos, solo la soñamos y nos acomodamos a sus múltiples sinónimos...

pero la libertad ha sido escurridiza al ser humano desde la caída del Edén. 


Esa búsqueda de la libertad, ha ocasionado guerras y revoluciones  pero este "gen belicoso" que conserva el hombre desde la caída, es el que ha engendrado a Caín, pero también a Stalin, Hitler, al poder norteamericano que con su omnipotente dólar ha corrompido al hombre como la serpiente a Eva. 

Así, el ser humano despojado del bien natural, se ha enfrascado en una lucha permanente por la libertad, sin saber su significado real ni entender a plenitud el libre albedrío. 

La libertad es el hombre y su felicidad; y la felicidad definida como la lucha interna por evolucionar  y aprender que "los talentos" que tenemos cada uno, es la medida de crecer y desarrollar la propia existencia para evolucionar. 

Evolucionar hacia la libertad y el deseo del amor,  el amor que hace que en cada ser, se refleje y aprenda que el acto del amor es el acto del dar.

Y el acto del dar, el darse, no reconoce de izquierda o derecha, solo reconoce el bien del mal. 

Así el hombre ha vivido errado en buscar lo material como lo correcto.

En buscar lo material sobre el dar. 

Buscamos lo intrascendente y dejamos de lado el alma, lo trascendente, lo que jamás muere.

Esa energía vital, que no se crea ni se destruye...solo se transforma
que una vez liberada al infinito, se recrea en sí misma para evolucionar. 

Esta es la misión del ser humano, aprender para evolucionar al darse, al amar, al entregarse a la libertad del ser, que está en cada uno de nosotros, pero hay gente que no ha evolucionado porque no ha aprendido a darse...
o a amar...
o a entender el porqué estamos aquí y el fin de la vida misma... 

Autor: Manuel Villarreal