Esperanza para el ser humano

Esperanza para el ser humano
Lo pequeño es hermoso

viernes, 6 de diciembre de 2013

Homenaje para un Grande


Homenaje para un Grande 

“La mayor gloria no es caer,
sino levantarse siempre”.

Nelson Mandela

La humanidad va a extrañarte Nelson, porque no importando las arbitrariedades de los señores del dinero, de los seres oscuros y de los hombres de la guerra, los hiciste caer y los derrotaste de forma trascendental y manteniendo lo único que tiene el ser humano: su libertad y su dignidad.

Cambiaste la forma de ver la relación entre seres humanos,

porque no importando el color de la piel, el ser humano debe ser compañero del ser humano, no antagonista, no enemigo, sino hermanos. 

Autor: Manuel Villarreal
 

Frases de un ser humano como pocos. 

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” 

“Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada” 

“Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo” 

“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión” 

 “Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo hombre”.

“Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya sea que venga de un hombre negro o un hombre blanco” 

“Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero” 

“Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí” 

 “Nunca me he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera ni dentro de la cárcel” 

“Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos” 

“Yo no tenía una creencia específica excepto que nuestra causa era justa, era fuerte y estaba ganando cada vez más apoyo y más terreno” 

“Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo” 

 “Que reine la libertad. El sol nunca se pone en tan glorioso logro humano” 

“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré para la eternidad”. 

Nelson Mandela

"Invictus" 

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be.
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

 

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
 

William Ernest Henley
(18491903)

Traducción en español: Juan Carlos Villavicencio

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un instante y es la esperanza

Un instante y es la esperanza 

 

Por muy larga que sea la tormenta,

el sol siempre vuelve a brillar

entre las nubes.

Gibran Jalil Gibran

 

Martin Luther King mencionaba: Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.

La historia de la vida del ser humano es no haber vivido en vano, esa es la trascendencia para cada persona.

No hay peor muerte que perder la esperanza. 

 

Lo que no hemos entendido los seres humanos, es que lo maravilloso de la vida es en el aquí y el ahora, y desgraciadamente eso lo descubrimos muy tarde.

 

Nos han vendido que todo sucederá en el mañana, que la felicidad es en la otra vida, cuando la verdad es en el aquí y el ahora, esa es nuestra existencia.

 

Esta existencia mencionada por San Agustín, en donde el pasado ya se fue y no podemos recuperarlo, y el mañana es solo una posibilidad y por lo tanto no existe aún.

 

Lo que nos queda es el aquí y ahora, que es un presente efímero que dejamos ir a cada instante, no lo vivimos, solo lo llevamos y lo sobrevivimos, pensando en ese futuro que no alcanzamos o en ese pasado que ya se fue.

 

Los seres humanos debemos de pensar en el instante actual, en este presente que poseemos fugazmente, porque esta es nuestra vida y nuestra existencia.

 

Hoy es tiempo del hombre. Es nuestro tiempo.

 

Dejemos atrás ese pasado que nos ha esclavizado en cuerpo y alma y en conciencia; dejemos atrás todo lo que no nos haga vivir plenamente cada instante.

 

Necesitamos la paz, una paz verdadera y duradera, no la paz mezquina que nos han vendido toda la vida.

 

El hombre es un ser espiritual y nos han enseñado a ser belicosos, hasta los juguetes para los niños son bélicos. Culpa nuestra, que nos hemos dejado seducir por la mercadotecnia malsana y destructiva, que solo busca incrementar los bolsillos de los señores de la guerra y de los ricos inmisericordes y avaros.

 

Se crearon las castas: los hombres ricos que aparecen en Forbes y los demás, humillados y esclavizados por el señor don Dinero y por los nefastos seres oscuros que se envilecieron.

 

Y todos marchamos al tocar de las campanas de muerte anunciadas por las guerras y por las enfermedades creadas en laboratorios humanos, mientras que los que nos debieron defender, cobraban sus comisiones de sangre y volteando a otro lado mientras sus hermanos fueron mascarados por seres oscuros, serviles a intereses mezquinos.

 

Los otros que debieron defendernos, solo rezaban para la salvación de nuestras almas, sabiendo que el alma es inmortal e indestructible.

 

Dios existe.

 

Y es la fuerza que nos da el ánima, el alma, que nos hace crecer y buscar la evolución y la trascendencia.

 

Ya basta de que nos hagan creer en fuerzas o civilizaciones superiores en el universo, existen, pero cada una tiene su propio afán.

 

La tarea de cada ser vivo es evolucionar y buscar la trascendencia en su propio camino y especie.

 

No hemos entendido esto.

 

Los seres humanos estamos solos en nuestro Planeta y solo nosotros debemos sanar nuestras heridas y seguir adelante. 

 

Celebra cada instante de la vida.

 

Es lo realmente importante.

 

La misión de cada ser humano es ser feliz y traer la felicidad para los demás, haciendo esto, hacemos actos de Amor y de Bondad y creamos cadenas de bien para todos.

 

Hoy es el tiempo en que el ser humano proteja al ser humano; en donde las fronteras solo sean para los mapas, que no haya fronteras para ayudar y ser solidario con cualquier ser humano 

 

Que la riqueza de la economía planetaria sea para todos los seres humanos justa, que la ciencia y la tecnología nos lleven a un mundo que debe ser, el que siempre debió ser.  

 

Que las enfermedades se curen por la inteligencia y la voluntad solidaria del ser humano. 

 

Que cada ser humano tenga un techo sobre sus cabezas y pan que comer cada día. 

 

Estas son las tareas de los héroes de la actualidad. Nuestra tarea. 

 

Un proverbio japonés dice: Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.

 

Karol Wojtyla decía: Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay verdadera paz sino viene acompañada de equidad, verdad, justicia, y solidaridad.  

 

Hagamos realidad lo que estamos destinados a ser. Felices.

Hagamos actos de bondad y de amor. Debemos hacerlas diariamente para generar energía positiva y Luz.

Somos seres humanos con un alma inmortal en un cuerpo finito.

Vamos a encontrar la felicidad cuando estemos en paz con nosotros mismos, con los demás y con el planeta. 

 

Jamás tengas miedo.

 

No estás solo.

 

Somos muchos los que hemos despertado a la Luz y a la verdad.

 

Ama y haz feliz a la gente que te rodea siempre.

 

Esta es nuestra misión y somos la esperanza del ser humano. 

 

Se feliz, tu felicidad está dentro de ti y tu alma.

 

En el corazón de todos los inviernos

vive una primavera palpitante,

y detrás de cada noche,

viene una aurora sonriente.

 

Gibran Jalil Gibran

 

 

 

Autor: Manuel Villarreal


domingo, 29 de septiembre de 2013

Hoy y después mañana


Hoy y después mañana 

Si supiera que el mundo se acaba mañana,
yo, hoy todavía,
plantaría un árbol. 

Martin Luther King

 
Hola otra vez.

Después de un exilio autoimpuesto, he regresado a compartir ideas acerca de lo que está sucediendo realmente. 

Como lo mencionaba Khalil Gibran, “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”. 

Cuantos han caído añorando la libertad, libertad que no está definida totalmente, por eso no la encontramos, solo la soñamos y nos acomodamos a sus múltiples sinónimos...

Pero la libertad ha sido escurridiza al ser humano desde la caída del Edén.  

Esa búsqueda de la libertad, ha ocasionado guerras y revoluciones pero este "gen belicoso" que conserva el hombre desde la caída, es el que ha engendrado a Caín, pero también a Stalin, Hitler, al poder norteamericano que con su omnipotente dólar ha corrompido al hombre como la serpiente a Eva.  

Así, el ser humano despojado del bien natural, se ha enfrascado en una lucha permanente por la libertad, sin saber su significado real ni entender a plenitud el libre albedrío.  

La libertad es el hombre y su felicidad; y la felicidad definida como la lucha interna por evolucionar y aprender que "los talentos" que tenemos cada uno, es la medida de crecer y desarrollar la propia existencia para evolucionar.  

Evolucionar hacia la libertad y el deseo del amor, el amor que hace que en cada ser, se refleje y aprenda que el acto del amor es el acto del dar. 

Y el acto del dar, el darse, no reconoce de izquierda o derecha, solo reconoce el bien del mal.  

Así el hombre ha vivido errado en buscar lo material como lo correcto. 

En buscar lo material sobre el dar.  

Buscamos lo intrascendente y dejamos de lado el alma, lo trascendente, lo que jamás muere. 

Esa energía vital, que no se crea ni se destruye...solo se transforma, que una vez liberada al infinito, se recrea en sí misma para evolucionar.  

Esta es la misión del ser humano, aprender para evolucionar al darse, al amar, al entregarse a la libertad del ser, que está en cada uno de nosotros, pero hay gente que no ha evolucionado porque no ha aprendido a darse...
o a amar...
o a entender el porqué estamos aquí y el fin de la vida misma...  

Ama.
Busca la verdad y defiéndela siempre, a pesar de que todos a tu alrededor estén sumergidos en el mundo de las mentiras.

No estás solo.

Somos la Resistencia del ser humano contra la obscuridad. 

Es necesario esperar,
aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada,
pues la esperanza misma constituye una dicha,
y sus fracasos, por frecuentes que sean,
son menos horribles que su extinción.
 
Samuel Johnson
 

Autor: Manuel Villarreal

miércoles, 14 de agosto de 2013

Vivamos: es la hora de la Verdad


Vivamos: es la hora de la Verdad

El mundo es muy distinto ahora.
Porque el hombre tiene en sus manos
poder para abolir toda forma de pobreza
y para suprimir toda forma de vida humana.
Y, sin embargo, las convicciones revolucionarias
 por las que lucharon nuestros antepasados
 siguen debatiéndose en todo el globo;
entre ellas, la convicción de que los
derechos del hombre provienen no
de la generosidad del Estado,
sino de la mano de Dios.

Discurso inaugural John F. Kennedy
20 Enero 1961

Es tiempo en que el ser humano se despoje de esa careta de humillación y sufrimiento.

Es tiempo de que todo ser humano diga la verdad de sí mismo, cuando lo hablemos, es cuándo terminará esa forma humana de vivir la vida cubriéndose con mentiras y medias verdades. 

Cuando hagamos del amor nuestra base de vida, empezaremos a vivir realmente. 

Ya han muerto demasiados seres humanos en guerras estúpidas, por enfermedades curables por la falta de medicamentos, por enfermedades creadas criminalmente, por hambrunas creadas artificialmente, por las mentiras establecidas como verdades solo para unos pocos, por la avaricia insaciable y asesina de los señores de la guerra. 

Ya basta.

Ya fue suficiente. 

En el discurso inaugural de John F. Kennedy, el 20 Enero 1961, entre muchas cosas proponía lo siguiente: 

…Por último, a las naciones que se erigirían en nuestro adversario, les hacemos no una promesa sino un requerimiento: que ambas partes empecemos de nuevo la búsqueda de la paz, antes de que las negras fuerzas de la destrucción desencadenadas por la ciencia suman a la humanidad entera en su propia destrucción, deliberada o accidental. 

…Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país. 

…Conciudadanos del mundo: preguntad, no qué pueden hacer por vosotros los Estados Unidos de América, sino qué podremos hacer juntos por la libertad del hombre. 

Necesitamos la paz. 

Estas palabras se olvidaron muy rápidamente para los seres humanos responsables de traer la felicidad a la Tierra.

Fueron sustituidas por balas y bombas, por guerras fratricidas, por palabras llenas de mentiras. La verdadera amistad se sustituyó para ser solo intereses. 

Hoy es el tiempo en que el ser humano proteja al ser humano; en donde las fronteras solo sean para los mapas, que no haya fronteras para ayudar y ser solidario con cualquier ser humano.

Que la riqueza de la economía planetaria sea para todos los seres humanos justamente, que la ciencia y la tecnología nos lleven a un mundo que debe ser, el que siempre debió ser. 

Que las enfermedades se curen por la inteligencia y la voluntad solidaria del ser humano.

Que cada ser humano tenga un techo sobre sus cabezas y pan que comer cada día.

De la mano del Dios creador estamos en la Tierra, nacidos para evolucionar y seguir creciendo en diferentes planos existenciales, aprendiendo en esta vida terrena lo que necesitamos aprender para seguir el camino de nuestra alma inmortal. 

Entramos a una era de Luz y de transformación donde la oscuridad en que ha estado sumido el ser humano hasta hoy, termina. 

Los seres oscuros y sus secuaces serán castigados y el dinero que nos han robado a todos los seres humanos, será reintegrado a los seres humanos, que son sus verdaderos dueños. 

Nuestro tiempo ha llegado, debemos vivirlo a plenitud, con el viento de la real libertad acariciándonos la cara. 

No tengas miedo.

El mundo de mentiras ha acabado.

No estás solo, somos muchos los que despertamos cada día del mundo de mentiras en que hemos vivido. 

Haz actos de amor y actos de bondad.

Busca la verdad para alcanzar la Luz que nos llenará de energía. 

Sólo cerrando las puertas detrás de uno
se abren ventanas hacia el porvenir.

Françoise Sagan

Recuerda que lo imposible solo es el límite de los que no sueñan.
Ama y vive, no solo estés viendo lo que sucede, actúa ya.
Es tu deber y responsabilidad como ser humano.

Autor: Manuel Villarreal

martes, 13 de agosto de 2013

Que estamos haciendo realmente: Homenaje a un gran cómico mexicano


Que estamos haciendo realmente:
Homenaje a un gran cómico mexicano
 

Aquí una parte de una película de un gran cómico mexicano: Cantinflas
De la película “Su Excelencia”. 

Habla acerca de lo que en ese tiempo, era la guerra fría.

Lo importante son las palabras del discurso.

Una disculpa a todos mis amigos que hablan lenguas distintas al español, ya que este pedazo de película está en español, pero incluyo el texto de este pedazo de la película realizado por Francisco Córdova Sánchez http://blog.pucp.edu.pe/media/3129/20110813-002_Mario%20Moreno%20Cantinflas%20-%20DISCURSO%20EL%20EMBAJADOR.pdf

Autor: Manuel Villarreal
 


 Texto del discurso de esta parte de la película
 
Tiene la palabra el señor representante de la República de Los Cocos.

(Ingresa el Embajador, en medio de música y aplausos)

Señor Primer Ministro, Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Señor Secretario General de la Asamblea, Señores Representantes, Estimados Colegas y Amigos:

Me ha tocado en suerte ser el último orador, cosa que me da mucho gusto porque, como quien dice, así me los agarro cansados. Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico, ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.

Señores Representantes:

Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta ante la misma humanidad.
Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo. La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que se ha dado el singular caso, de que un solo voto, el voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se cargue de un lado o se cargue de otro lado. Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: por un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados. Y ahora llego yo, que soy de peso pluma como quien dice, y según donde yo me coloque, de ese lado seguirá la balanza. ¡Háganme el favor!... ¿Y no creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? Porque además no considero justo que la mitad de la humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.
Por eso yo, el que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta). Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos debido a tres razones: primera, porque, repito que no sería justo que el solo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera los destinos de cien naciones; segunda, porque estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados… son desastrosos (voces de protesta de parte de los Colorados); ¡y Tercera!... porque estoy convencido de que los procedimientos de los Verdes tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes). Y si no se callan de plano yo ya no sigo, y se van a quedar con la tentación de saber lo que tenía que decirles. Señor secretario, échele al martillo pues ya hay un relajo aquí…

Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas. Para mí todas las ideas son respetables, aunque sean “ideítas” o “ideotas”, y aunque no esté de acuerdo con ellas. Lo que piense ese señor, o ese otro señor, o ese señor (señala), o ese de allá de bigotitos que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.
Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores; y el chaleco tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales y unos cuales y al ratito andamos a la greña. ¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo respetásemos el modo de vivir de cada quién. Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente: “El respeto al derecho ajeno es la paz” (aplausos). Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.

Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el representante de Salchichonia: con humildad, con humildad de albañiles no agremiados, debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio, el día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas). Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.

Ese es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios países? Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen ni siquiera el derecho elemental de la huelga, hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga. ¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto? No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su manera de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta). ¡El que quiera ser Colorado que lo sea, pero que no pretenda teñir a los demás! (—Los Colorados se levantan para salir de la Asamblea—).

¡Un momento jóvenes!, ¿pero por qué tan sensitivos? Pero si no aguantan nada, no, pero si no he terminado, tomen asiento. Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo? Siéntese (va y toma agua y hace gárgaras, pero se da cuenta que es vodka)….

Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ¿ustedes qué dijeron?: “Ya votó por nosotros”, ¿no?, pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza, por la fuerza del dinero. Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento. Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es en la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco se han ido convirtiendo en los acreedores de la Humanidad y por eso la Humanidad los ve con desconfianza.

El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Dolaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión; je... y yo me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?, ¿para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).

Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos. Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social. Es verdad que está en manos de ustedes, los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas ni con préstamos, ni con alianzas militares.

Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el hambre y con la miseria (aplausos). Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad, que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional. Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorio, sino como seres humanos que sentimos, que sufrimos, que lloramos.

Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, que espero me sea aceptada. Consecuentemente, no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra, el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libres, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia. Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos. Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos, si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras que hace dos mil años dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: “Amaos... amaos los unos a los otros”, pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: “Armaos los unos contra los otros”

(Silencio en la sala)

He dicho...

(Sale el Embajador en medio de fuertes aplausos)